El miércoles 25 de junio nos quedamos un poco más huerfanitas
(o un poco más con un cachito de ella cada una en nuestro corazón...)
"Me prometí que jamás volvería a participar en una vida que no era mi vida; que no me mezclaría y confundiría a una raza que subsiste a fuerza de golpes, artimañas, renuncias, desesperación, odio, amor y muerte. « No moriré, no envejeceré jamás...» me repetía, en un júbilo casi doloroso. «Nunca harán de mi un odre mordido, sacrificado a la incuria del espíritu, humillado por la estupidez, calcinado por el terror»".
(de ‘La torre vigía’, de Ana María Matute)
Twittear
No hay comentarios:
Publicar un comentario