La
poesía feminista que atraviesa los cuerpos
Segunda Edición - 30 de junio
#EnEstaRevoluciónHayPoesía
Segunda Edición - 30 de junio
#EnEstaRevoluciónHayPoesía
Los
sábados 30 de junio, y 7 y 14 de julio tuvo lugar en la librería la segunda
edición de los encuentros «La poesía feminista que atraviesa los cuerpos», unas
reuniones en las que, con la poesía de autoras como vehículo e inspiración,
debatimos y compartimos sobre los temas esenciales que forman parte del debate
feminista actual y que, por lo general, tienen a nuestros cuerpos, sus dilemas
y placeres, en el centro. Los encuentros tienen como objetivo principal la
creación de un espacio de mujeres seguro en el que poder compartir inquietudes,
argumentos, dudas, reflexiones (¡y, por supuesto, desacuerdos!) acerca de
debates feministas fundamentales de nuestros días, y en el que compartir y
descubrir cómo la poesía nutre y apela también a esos debates. De hecho, estos
encuentros forman parte de la iniciativa #EnEstaRevoluciónHayPoesía que
entiende que la poesía es una estrategia esencial para la movilización y el
cambio social. Como sostienen dos de nuestras maestras, Adrienne Rich y Audre
Lorde, la poesía no sólo reconstruye los fragmentos dispersos de nuestra
identidad, también nos recuerda que son los vínculos que compartimos los que
tienen posibilidades redentoras. La poesía no es un lujo, es parte
consustancial a la revolución.
«Hallar descanso en lo inseguro
está en el mismo ser de la alegría».
--Emily Dickinson
La
propia Audre Lorde sostiene que las mujeres debemos encontrar usos productivos
de la ira: ni de la tristeza ni del desconsuelo ni de la desesperación nacen
acciones que construyan, sumen o propicien el cambio social. La ira en cambio
puede ser una emoción que movilice, nos una y propicie la acción. A partir de
este planteamiento inicial, el primer encuentro poético se articuló a partir de
las siguientes preguntas: «¿y si la alegría fuera una estrategia que nos
permitiera articular nuestra ira?»; «¿qué papel juega la alegría en el
activismo feminista como argamasa de la movilización colectiva?»; «¿cómo
podemos articular una alegría contestataria y disidente frente a los mandatos
patriarcales (de sumisión y silencio) y capitalistas (de culto a la
productividad y consumo masivos)?». En la primera parte de la sesión
compartimos acerca de cómo la alegría puede entenderse como una fuerza
expansiva y movilizadora; alegría no es carcajada ni plenitud permanente: es la
estrategia a partir de la que unir fuerzas para pensar colectivamente los
cambios y recursos que necesitamos. Leímos cómo entiende la alegría la
pensadora feminista Lynne Segal: ella entiende que la alegría es una fuerza que
nos mueve para comprometernos colectivamente con objetivos comunes, la alegría
nos recuerda nuestra mutua dependencia imprescindible para desafiar la lógica
liberal e individualista imperante. Una elaboración de «alegría» que recuerda a
la «felicidad pública», en Hannah Arendt y a la «alegría colectiva», en Barbara
Ehrenreich. También recordamos la «Ciudad de la Alegría», que Eve Ensler funda
en el Congo, como un lugar de sanación para mujeres supervivientes de las
violencias que se produjeron en el marco de la guerra en el país, de la
mutilación y el daño perpetrados sobre sus cuerpos:
«Aquí habrá alegría. Alegría, felicidad, deleite, placer,
dicha, éxtasis, júbilo, emoción, gozo, embeleso. La alegría será palpable nada
más pasar la verja de entrada (…) Tocarás esta alegría y te darás cuenta de que
es lo que has estado buscando toda la vida, pero tenías miedo incluso de
mencionar su ausencia porque las ganas de alcanzarla eran demasiado
envolventes», cuenta Eve Ensler en De
pronto, mi cuerpo.
La
sesión se desarrolló a partir de tres temas diferenciados. En primer lugar,
cómo la alegría convive cotidianamente con el desaliento, lo que no impide
mantener nuestro deseo de alegría y risa compartida, como lo expresan estos
versos de Ángela Figuera Aymerich:
«Quiero reír al sol sin que me asombre
que
este existir de balde, sobreviva,
con tanta muerte suelta por las calles».
En
segundo lugar, compartimos sobre la alegría que va ligada a nuestra vertiente
más hedonista: la alegría de los placeres cotidianos y extraordinarios, de la
aceptación y de la presencia plena, como reflejan los siguientes versos:
«¡Soy libre, sana, alegre, juvenil y morena,
cual si fuera la diosa del trigo y de la avena!»
--Juana de Ibarborou
«Feliz de ser quien soy,
sólo una gran mirada:
ojos de par en par
y manos despojadas».
--Rosario Castellanos
«Que el don de la ebriedad nos bañe al
mediodía».
--Amalia Bautista
Y
finalmente tuvimos tiempo de charlar sobre la alegría del poder elegir, de la
autoafirmación, del empoderamiento:
«en sueños
vi a mi madre
con el amor de su vida
y sin criaturas
nunca la había visto tan feliz
- y si…»
--Rupi Kaur
«Me amo a mí misma…
sobre todo cuando río a carcajadas»
--Zora Neale Hurston
Nos
acompañó también la poesía de Gloria Fuertes, Juana Castro, Amalia Bautista,
Carmen Díaz Margarit, entre otras.
En unos días el segundo encuentro...
Haciendo oír otras (nuestras) voces
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