martes, 19 de febrero de 2013

La Voz de la Mujer...



Queremos hacer comprender a nuestras compañeras que no somos tan débiles e inútiles cual creen o nos quieren hacer creer los que comercian con nuestros cuerpos. Queremos libertarnos, rompiendo, deshaciendo y destrozando no sólo nuestras cadenas, sino también al verdugo que las ciñó.  Ayer suplicábamos , rogábamos, mas hoy tomaremos lo que falta nos haga, cuando y en donde podamos tomarlo. Las noches de largo y hambriento insomnio las sustituiremos por las hecatombes de sangre de canallas.  No tenemos Dios ni ley. Número 4, 27 de marzo de 1896


Edición de Bogotá
(Extraído de http://www.nosdigital.com.ar/2012/01/un-grito-femenino-en-la-voz-de-la-mujer/)
“Ni Dios, ni patrón, ni marido”. Bajo esa consigna se imprimieron durante un año de duración las páginas del primer periódico anarco-feminista de la Argentina: La voz de la mujer. Con su editorial a cargo de la anarco-comunista Virginia Bolten, entre 1896 y 1897 convocaba a las mujeres a rebelarse contra la opresión masculina, pero también contra toda forma de autoridad eclesiástica, patronal, estatal y familiar. 
Ediciones Fuera del Círculo


La voz de la mujer fue un diario escrito por y para mujeres. Sus redactoras, en su mayoría españolas e italianas, desde un principio dejaron claro el campo de batalla verbal, político e ideológico que le desatarían a quienes trataban de “ustedes”, los hombres. Obviamente, este enfrentamiento trajo tensiones dentro del mismo movimiento anarquista, ya que muchos consideraron a este tipo de manifestaciones como ataques explícitos al género masculino. Lejos de apaciguar sus escritos, un nuevo editorial en su segundo número intentó profundizar su posición en un tono irónico: “Cuando nosotras, despreciables e ignorantes mujeres, tomamos la iniciativa de publicar La voz de la mujer, ya lo sospechábamos. Deben saber que nosotras, las torpes mujeres, también tenemos iniciativa y ésta es producto del pensamiento, ¿saben?, también pensamos. Apareció nuestro primer número y ardió Troya. Claro, ‘¿Emancipar a la mujer, para qué? Venga la nuestra primero y luego cuando nosotros, los hombres, estemos emancipados y seamos libres, allá veremos’. Nadie ni nada tiene una situación hoy más miserable que las mujeres, doblemente esclavas, de la sociedad y del hombre. Si ustedes quieren ser libres, con mucha más razón nosotras”.
 

¡Aprovechad!
que tenemos pocos ejemplares y vienen directos en maleta desde Bogotá...